Lo que Creemos

La Biblia

Creemos que toda la Escritura es inspirada por Dios y que Él nos habla a través de ella para revelarnos Su verdad. Afirmamos que las Escrituras son el consejo completo de Dios para poder conocer y vivir el diseño de Dios para la mujer . (2 Ti. 3:16-17; 2 P. 1:20-21)

Dios

Creemos en un Dios trino (Padre, Hijo y Espíritu Santo), quien en Su soberanía creó todas las cosas para Su gloria y deleite. (Gn. 1:1; 1 Co. 8:6; Col. 1:16; Ap. 4:11)

El Ser Humano

Creemos que Dios creó al hombre y a la mujer a Su imagen y semejanza, igualmente dignos y valiosos, pero distintos en género y función. Ambos fueron creados para complementarse y reflejar la imagen de Dios de formas distintas. (Gn. 1:26–28; 2:18; Gá. 3:26–28; Ef. 5:22–33; 1 P. 3:7; 1 Ti. 2:11-12; Tit. 2:4; Ro. 16:1)

El Pecado

Creemos que todo ser humano nace con una naturaleza pecaminosa, muertos espiritualmente y separados de la gloria de Dios como consecuencia de su pecado. De manera que, el hombre no puede ser salvo por sus propios méritos, sino sólo por la gracia de Dios, a través de la fe en Jesucristo, único mediador entre Dios y los hombres. (Ro. 3:23; Ro. 10:9; Ef. 2:8-9; 1 Ti. 2:5-6)

La Iglesia

Creemos que la Iglesia es el cuerpo de Cristo, compuesta por gente de toda lengua y nación que ha confesado a Jesús como su Señor y Salvador. (Ef. 2:19-22)

El Matrimonio

Creemos que el matrimonio fue creado por Dios, entre un hombre y una mujer, como una unión para toda la vida. El esposo debe dirigir, sustentar, proteger y amar a su esposa, así como Cristo amó la Iglesia. La esposa debe respetar y someterse libre y bondadosamente al liderazgo de servicio de su esposo en total confianza y obediencia al Señor, así como la iglesia se somete a Cristo. (Gn 2:24, Mr 10:7-9)

La Mujer como Dadora de Vida

Creemos que la mujer tiene el privilegio de reflejar el carácter de Dios siendo dadora de vida, no solo de manera biológica, sino en toda relación que tenga la oportunidad de establecer, nutriendo, enseñando y apuntando a otros a Cristo. (Ef. 4:14-16; Pr. 31; Tit. 2:3-5)

La Segunda Venida de Cristo

Creemos en la Segunda Venida de Cristo, personal, visible, y gloriosa para juzgar al mundo con justicia y salvar a Su pueblo para siempre. (Hch. 1:11, Jn. 14:3, 1 Tes. 4:13-18)